CAMS celebra su 30 aniversario con una jornada en el Centro LGTBI de Barcelona

Han participado profesionales que han formado parte del proyecto en las últimas décadas, personas voluntarias, residentes en la casa de acogida, entidades que acompañan a personas con VIH y representantes de las administraciones

El programa del Grupo ABD, CAMS “Casa de Acogida para personas que viven con el VIH y se encuentran en situación de exclusión social” ha celebrado este 26 de noviembre su 30 aniversario en el Centro LGTBI de Barcelona.

La jornada, titulada “30 Años de Acompañamiento a Personas con VIH: Pasado, Presente y Futuro”, ha repasado la trayectoria del proyecto y ha permitido apuntar algunos retos que enfrentan tanto las personas con VIH como las entidades que las acompañan. Mario Robles, director del servicio SAVA y de los Recursos Residenciales para personas con VIH del Grupo ABD y copresidente del Comité 1o de Diciembre, ha sido el encargado de conducir el acto.

Bienvenida institucional

Han abierto la jornada Felisa Pérez, presidenta del Grupo ABD, y Sonia Fuertes, comisionada de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Barcelona.

Pérez ha repasado la historia de CAMS desde sus inicios atendiendo a personas con drogodependencias hasta el acompañamiento residencial a personas con VIH y drogodependencias. «Si el estigma con drogas era grave, en SIDA era muy superior», ha recordado. La presidenta del Grupo ABD ha subrayado también las dificultades de financiación y de acceso a una vivienda, así como para poder dar respuesta a los diferentes perfiles de personas. «Es un momento para celebrar hitos, coger aire, sacar aprendizajes y prepararnos para el futuro», ha resumido.

Por su parte, Fuertes, ha valorado el proyecto CAMS como una historia de éxito y ha apuntado algunos retos: desde la posibilidad de tener un espacio residencial o vivienda para que las personas puedan reconstruir sus proyectos vitales, hasta el papel de las entidades en la denuncia y la generación de propuestas y la necesidad de las administraciones de ser más ágiles y flexibles para adaptarse a estas. Además, ha señalado cómo al estigma por el VIH o las drogodependencias se suman otras situaciones consecuencia de la diversidad, unas discriminaciones que son utilizadas en los discursos de odio y que hay que combatir.

Historias de vida

Un momento especialmente emotivo ha sido la proyección del vídeo conmemorativo “30 años de CAMS – historias de vida”, que muestra la evolución del proyecto a través de sus protagonistas: las profesionales, las vecinas y las personas residentes en la casa.

A continuación, varias personas que han estado vinculadas a CAMS han compartido sus vivencias. Historias de superación, aprendizaje y comunidad en primera persona.

«CAMS representa mucho. A raíz de estar ahí me siento muy cómodo por la tranquilidad. Venimos con una mochila cargada de problemas, pero aquí tienen mucha paciencia. Estoy muy agradecido por el apoyo recibido y pido que las autoridades sigan apoyando el proyecto porque es muy importante para tantas personas que esperan una oportunidad», ha resumido James. «Pensé que esto no existía», «yo no sabía por donde empezar, pero he aprendido muchas cosas», han añadido Kamal y Remy.

Reclaman mejoras en la atención a la salud, a la documentación de residencia y trabajo, apoyo psicológico y emocional, en el acceso al mercado laboral, etc.

Evolución de los recursos residenciales

El debate ha continuado con dos mesas redondas. La primera, moderada por Elisa Gutiérrez, responsable de Voluntariado y Participación del Grupo ABD, ha analizado la evolución de los recursos residenciales para personas con VIH en los últimos 30 años.

Han participado representantes de entidades que gestionan recursos en este ámbito, como Alberto Capitán, director de la Asociación Actuavallès; Xus Iglesias, directora de Área de Atención e Inclusión Social de la Fundación Antisida de Lérida; Lucía Parreño del Moral, Directora técnica de Can Banús y Aldana Menéndez, directora del Centro de Atención Sociosanitaria – Sala Baluard.

Menéndez ha empezado señalando como éxito el hecho que los servicios se adapten a las personas, mientras que Capitán reconoció que se acompaña en el sufrimiento, por lo que hay que vigilar de no generar situaciones de discriminación y estigma. En este sentido, Iglesias ha apuntado que este estigma sigue presente en ciudades pequeñas como Lleida y queda mucho trabajo por hacer. Parreño ha valorado los avances médicos y se ha apuntado a seguir avanzando hacia la indetectabilidad comunitaria. No obstante, ha añadido el director de Actuavallès, «Si no hay recursos especializados, no sirven de nada los avances farmacológicos».

En la mesa se ha valorado el trabajo en red de las entidades dedicadas al VIH para dar respuesta a las necesidades emergentes y transmitirlas a las administraciones, así como la participación comunitaria como medio para combatir el estigma y visibilizar.

Situación actual y retos en el sector

La segunda mesa, moderada por Mónica Plana, directora del Área de Inclusión y Pobreza del Grupo ABD, ha abordado la situación actual y las problemáticas que aún se enfrentan en este campo.

Marta Melgosa, copresidenta del Comité 1º de Diciembre y directora de la Fundación Antisida de Lleida, ha presentado como reto el abordaje del envejecimiento prematuro. Roger Cuscó, director de Servicio de los Servicios de Programas Sectoriales de la Subdirección General de Análisis y Programación de la Dirección General de Servicios Sociales del Departamento de Derechos Sociales e Inclusión de la Generalitat de Catalunya ha reflexionado sobre la necesidad de mantener una red especializada o ampliada a otras enfermedades crónicas. Por su parte, la gerente del Grupo ABD, Àngels Guiteras, ha repasado los inicios del acompañamiento a personas con VIH y ha señalado tres retos: la vivienda, la atención especializada y el fortalecimiento de las redes. Mientras, el adjunto a dirección de ECAS, Mijail Acosta, ha definido como reto, además de la vivienda, el acceso al mercado laboral y a los recursos económicos, un reto para el sector: sostener el modelo de intervención. En este sentido, Guiteras ha afirmado que el modelo está en riesgo por el mayor peso del sector sanitario y ha reclamado un «abordaje amplio».

Otra reclamación ha sido la de la renovación de la cartera de servicios, que incorpore nuevas capacidades técnicas, nuevas figuras profesionales e «integre esta fuerza y equidad territorial y en el acceso». Para ello, Acosta pide un Departamento de Derechos Sociales fuerte y mesas técnicas «donde se pueda diagnosticar y que sea una diagnosis compartida».

También ha habido alusiones al estigma y a la necesidad de un despliegue eficaz y efectivo del Pacto Social o del uso de herramientas como el Observatorio sobre el estigma de la Federación Catalana de Drogodependencias.

Cierre

El acto ha concluido con las palabras de cierre de Raúl Moreno, secretario general de Derechos Sociales e Inclusión de la Generalitat de Catalunya, quien ha felicitado a ABD por mantener un modelo sostenido en el tiempo y ha afirmado que desde la Generalitat se seguirá dando apoyo.

Además de señalar retos como la vivienda o la suficiencia económica, Moreno se ha mostrado preocupado por el hecho que la juventud haya perdido el miedo a una posible infección al VIH, así como a los discursos de odio y discriminación hacia población migrada. «Debemos poner el acento en la exclusión social e intentar que esta no sea crónica», ha afirmado.

Se ha comprometido a realizar cambios en la cartera de servicios sociales en esta legislatura y ha animado a seguir con el trabajo en red entre el tercer sector, las administraciones y la colaboración público-privada.

«Debemos ir paso a paso e ir juntas para un sector social que nos gustaría más fuerte», ha concluido.

La jornada ha terminado con una foto de familia para agradecer la participación de todas las personas que han querido celebrar este aniversario con el grupo ABD.

CAMS

La Casa de Acogida para Personas con VIH en Situación de Exclusión Social (CAMS) se estableció como un refugio seguro y temporal en 1993. Diseñada para acoger a aquellas personas que viven con el VIH y se encuentran en situación de exclusión y marginalidad extrema. CAMS ofrece un entorno residencial con capacidad para hasta 8 personas. Esta iniciativa se presenta como un hogar alternativo, brindando apoyo integral para estabilizar la salud y facilitar la inserción social de los beneficiarios.