Los jóvenes con discapacidad intelectual enfrentan grandes desafíos al hacer la transición de la educación al mercado laboral, especialmente aquellos en riesgo de convertirse en NEETs (del inglés, No Educación, Empleo o Formación). En la UE, la tasa de empleo de las personas con discapacidad sigue siendo significativamente más baja que la de las personas sin discapacidad. En 2019, la tasa de empleo para personas con discapacidad en la UE-27 fue del 51,3%, en comparación con el 75,6% de las personas sin discapacidad. A pesar de las mejoras graduales antes de la crisis del COVID-19, la brecha en el empleo de las personas con discapacidad sigue siendo considerable. Este problema es evidente en varios países, con tasas de empleo para personas con discapacidad que van desde el 31,1% en Grecia hasta el 56,5% en Austria.

Existen políticas de empleo inclusivo, como los sistemas de cuotas de empleo, pero son insuficientes. Se requieren más esfuerzos para garantizar adaptaciones en los lugares de trabajo y generar conciencia para superar los prejuicios. Además, la desinstitucionalización y la promoción de la vida independiente son clave para la inclusión social. Por lo tanto, se necesitan programas especializados de Educación y Formación: las personas jóvenes con discapacidad intelectual requieren programas adaptados que aborden sus fortalezas y desafíos, ayudándoles a hacer la transición al trabajo. En cuanto a los empleadores, es necesario crear lugares de trabajo accesibles con adaptaciones razonables y mayor conciencia sobre la inclusión de personas con discapacidad, para crear oportunidades laborales inclusivas. Además, las familias y personas cuidadoras de jóvenes con discapacidad intelectual necesitan orientación y asistencia para reconocer y apoyar el potencial de sus seres queridos. Finalmente, para alcanzar estos objetivos, crear un entorno inclusivo y lograr una integración efectiva en el mercado laboral, se requieren esfuerzos conjuntos de gobiernos, empresas y comunidades.

El proyecto Educate for Independence tiene como objetivo satisfacer las necesidades mencionadas anteriormente a través de educación inclusiva, validación de habilidades y activación en el mercado laboral, alcanzando a más de 250 jóvenes con discapacidad intelectual y fomentando la colaboración con más de 150 profesionales.