El centro ofrece una gama de programas diseñados para abordar de manera holística las complejas necesidades de las personas sin hogar con adicciones, garantizando una atención integral tanto a los aspectos sociales como a los sanitarios, con un enfoque humanizado.

Implementamos programas de reducción de daños innovadores, proporcionando espacios supervisados para el consumo de sustancias, abarcando modalidades inyectadas, inhaladas y consumo de alcohol. Este enfoque busca minimizar los riesgos asociados al consumo, priorizando la seguridad y el bienestar de los residentes.

Adoptamos una mirada inclusiva con un enfoque de género y diversidad, abordando las necesidades específicas de mujeres y personas del colectivo LGTBIQ. Trabajamos para eliminar barreras y crear un entorno que respete la diversidad de experiencias y trayectorias individuales.

El compromiso del centro va más allá de las necesidades básicas. Trabajamos arduamente para la reinserción social de los residentes, ofreciendo acciones específicas que fomentan su integración plena en la comunidad circundante.

Enfocamos nuestra atención en personas mayores de 45 años y con situaciones de salud más comprometidas, reconociendo la importancia de proporcionar apoyo adicional a aquellos en mayor riesgo.